sábado, 21 de julio de 2007

la vida de la comunidad y su identidad vecinal

Es clave del progreso social de una comunidad; la solidaridad y la participación constituyen un principio en la conducta de los pueblos, representa la base del proceso de sociabilización. En la aplicación de estos principios han sido pioneros los pueblos caquetíos: en la búsqueda de su desarrollo individual, social y cultural basándose en la unidad de sus habitantes.

El sentido asistencial y promocional del concepto de trabajo social, hoy en día se considera como un proceso integral de transformación, al mismo tiempo de movilización y participación comunal; estos enfoque iniciales sufrieron cambios radicales, toda vez que perdieron su carácter marginal y empírico. Ahora; los programas de desarrollo social local y planificación pública se sustentan en elementos como: integración social, coordinación de servicios y participación comunitaria, que son programas dirigidos a la búsqueda de un mayor y mejor utilización de los recursos públicos y ante todo humanos.

La comunidad en estudio, sector Barrio Industrial nace con el empuje de sus fundadores, entre algunos: Pedro García M., Rosendo Acosta, Amilo Delgado, Callo Arteaga, Enrique Smith, Rafael Valdés, Wilmer Seco, Tilano M., Salvado Acosta (conocido como “Bigote”) y Luis Sarmientos. El origen de este sector fue en el mes de Marzo del año 1958, se dice que era un terreno solitario, donde no habían más de tres casas y la fecha en la que se inició el proceso habitacional del Barrio Industrial es tentativo; mientras que su nombre surge a través de una antigua escuela que se estableció en ese lugar en el mismo año del origen del sector; dicha institución fue hecha por el profesor Carlos Boncilia, con la ayuda de un grupo de estudiantes, construyendo así con valentía y trabajo la escuela que llevaba como nombre Industrial de Punto Fijo. Cinco años después fue trasladada a la avenida Jacinto Lara, donde está ubicada actualmente con el nombre de Escuela Técnica Industrial “Generalísimo Francisco de Miranda”.

El terreno donde se encontraba antes dicha escuela fue abandonado, y al transcurrir el tiempo, donado a un ciudadano de muy bajos recursos, de nombre Mercedes Laguna, quien era criador de cerdos. Gracias a él, surge el nombre de La Cochinera en cierta zona del sector. Hoy, el Barrio Industrial cuenta con un gran número de personas en su mayoría jóvenes y adultos jóvenes con deseo de realizar cualquier labor, además de contar con el módulo de servicio Andrés Eloy Blanco, con la escuela Básica “Rafael Sánchez López” el matadero Municipal, un garaje municipal, con un recién creado Consejo comunal y con los muchos deseos de sus habitantes, pero sin alumbrado público, cloacas ni inseguridad.










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